Jóvenes,Culturas Urbanas y Redes Sociales intenta ser un trabajo de inteligencia colectiva debido a los roles que tomaron los autores.

La adaptación de los jóvenes a la inestabilidad laboral por medio de los entornos digitales de una manera completamente horizontal y alternativa a los circuitos de consumo masivo han servido a estos para encontrar nuevas vías de emprendimiento, este es el argumento base del libro “Jóvenes, Culturas Urbanas y Redes Sociales”, editado por Fundación Telefónica y Editorial Ariel presentado recientemente en el centro cultural España de la ciudad de México.

La investigación realizada en el libro demuestra el desarrollo de estrategias creativas y redes culturales de los jóvenes dentro de las lógicas de interactividad entre el arte, la educación y el aprendizaje continuo.

La publicación coordinada por Néstor García Canclini, catedrático de la Universidad Autónoma Metropolitana, Francisco Cruces y Maritza Urteaga Castro-Pozo menciona que el ser parte de la dinámica de un joven hoy en día, significa conectarse a distancia, participar en redes sociales, hacerse una identidad virtual, bajarse música y películas, tuitear o intercambiar llamadas y mensajes.

El libro jóvenes, culturas urbanas y Redes Sociales tomó como muestra de estudio a personas de México y España.

El libro maneja y conceptualiza términos relativamente nuevos para nuestro argot cotidiano como lo son vjing o videojockey que se refiere a mezclas en vivo de contenido visual como parte de un espectáculo multimedia; el coolhunting empresarial, actividad dedicada a identificar y analizar tendencias sociales con el objetivo de darles salida comercial y los techsetters o los community managers.

Sin duda el libro nos muestra como una de sus conclusiones a una sociedad que se encuentra en un movimiento constante de cambios y evolución, que representa para la mayoría de los jóvenes inseguridad por un futuro incierto debido a la falta de un trabajo continuo y por el vivir emprendiendo siempre en proyectos, pero que también demuestra que las personas del siglo 21 prefieren hacer lo que aman a ser mentes planas en oficinas cualquieras.